LSD

LSD

El famoso “tripi” (ácido, ajo, micro, cartón) es seguramente el psicodélico más conocido y popular, y también uno de los más potentes. Su consumo requiere cierto conocimiento y precauciones que te detallamos a continuación.

Composición

La dietilamida del ácido lisérgico o LSD-25 fué sintetizada en 1938 en los laboratorios de la compañía farmacéutica Sandoz  por el químico suizo Albert Hofmann, en el transcurso de un programa de  investigación de los alcaloides del hongo Cornezuelo del Centeno.
En su forma pura es incolora, inodora y levemente amarga. Suele administrarse por vía oral, generalmente absorbida en un papel secante, en un terrón de azúcar o en pequeños comprimidos conocidos como micropuntos.
Es una sustancia muy sensible y se degrada fácilmente en contacto con la luz, el calor, el aire y la humedad.

Propiedades

Los efectos de la LSD sobre el Sistema Nervioso Central son extremadamente variables y dependen de:
  • La dosis consumida.
  • El entorno en que se use la sustancia (Setting).
  • La personalidad, el estado de ánimo y las expectativas del usuario (Set).
La LSD, como otros psicodélicos, actua de “amplificador” sensorial, tanto de los estímulos externos como de los pensamientos y emociones generados por el cerebro.
Algunos consumidores de LSD experimentan sensaciones de euforia, otros de introspección y auto-exploración. Hay algunos, no obstante, que viven la experiencia en clave terrorífica, debido a la intensidad de los cambios en la percepción del mundo y de uno mismo, que se experimentan como incontrolables. Cuando la experiencia tiene un tono general desagradable, suele hablarse de "mal viaje".

La LSD es una de las drogas más potentes respecto a sus cantidades psicoactivas (es activa a dosis muy bajas: varios microgramos, la millonésima parte de un gramo).

Sus efectos pueden durar entre 5 y 12 horas, según la dosis.

Efectos psicológicos

Existe una amplia gama de efectos que suele provocar la LSD. De acuerdo a las investigaciones llevadas a cabo por el Mental Research Institute (un departamento del Medical Research Institute de California), podemos clasificar los efectos psicológicos de la LSD en cinco niveles distintos:
1. Efectos en el estado de ánimo
  • Susceptibilidad emocional: el consumidor puede oscilar entre la tristeza intensa y la euforia. Los sentimientos de euforia y bienestar tienden a evolucionar en muchos sujetos hacia sensaciones de omnipotencia.
  • Aumento o descenso de la ansiedad: En este último caso, el usuario puede hablar de temas que normalmente le resultan dolorosos o difíciles de afrontar. Las preocupaciones se suelen centrar más en los eventos presentes que en los pasados y futuros.
2. Efectos en el comportamiento interpersonal
  • Mayor interés por las relaciones interpersonales.
  • Facilidad para sentirse herido por los demás o ignorado.
  • En un ambiente psicoterapéutico, ha demostrado en ocasiones aumentar la confianza del sujeto con su médico tratante.
  • Puede ocasionar reacciones de tipo paranoide (creencia que los demás le desean algún tipo de daño).
3. Efectos sensoriales y perceptivos
  • Mayor sensibilidad a los estímulos sonoros y visuales en general.
  • Distorsiones de la propia imagen corporal.
  • Distorsiones visuales que suelen ser simplemente ilusiones, aunque pueden en ocasiones ser también alucinaciones (indistinguibles de la realidad).
  • Sinestesia de todo tipo: música que produce visiones, imágenes visuales que producen olores, etc.
  • Alteración de la percepción del tiempo: sentir que el tiempo se detiene, o que va hacia atrás o se acelera.
  • Percepción alterada del mundo externo, como algo inestable y escurridizo.
4. Efectos cognitivos
  • Suele estimular los procesos del pensamiento, ocasionando el paso acelerado de una idea a otra.
  • Disrupción del pensamiento o de los conceptos. Esto se ha interpretado como confusión o pensamiento psicótico pero también como un impulso creativo.
5. Otros efectos
  • Sentimientos de unidad con el entorno y los demás.
  • Sensación de "comprender" la vida y la existencia.
  • Experiencias religiosas y una fuerte tendencia a pensar en términos existenciales. (Estos efectos se han registrado frecuentemente en la literatura científica y se interpretan como el resultado de la combinación de los efectos cognitivos y emocionales producidos por la sustancia).
Los efectos, muy imprevisibles, varían de una persona a otra y según la situación: dependen del contexto de consumo y de la situación mental en que se encuentre el consumidor.
Durante el consumo de LSD se producen las siguientes fases:

1. Inicio (“subida”)
Comienza a los 20 o 30 minutos del consumo y dura unas 2 horas. Caracterizado por:
  • Aceleración del ritmo cardíaco
  • Exaltación, inquietud.
  • Euforia, desinhibición.
  • Enrojecimiento de la piel.
2. Viaje
Se presenta entre los 30 y los 60 minutos posteriores a la ingesta, y tiene una duración media de 5 horas. En esta fase se pueden dar:
  • Ilusiones y/o alucinaciones.
  • Alteraciones en el tiempo, las distancias, las formas, y distorsión de imágenes y colores.
  • En algunos casos el viaje es de tipo introspectivo, con alteraciones de la conciencia y del pensamiento, sobre uno mismo y sobre los demás.
3. Regreso (“bajada”)
Entre 8 y 12 horas aproximadamente. Los efectos van disminuyendo, puede darse un estado de fatiga y abatimiento (dependiendo de la dosis consumida, la duración e intensidad del viaje).

Posología

La LSD es una de las sustancias de uso común más potentes, ya que es activa en dosis extremadamente bajas. Las dosis de LSD se miden en microgramos (µg): 1gramo = 1.000 miligramos = 1.000.000 microgramos.
  • La dosis activa mínima está entre los 20 y 30 µg.
  • Las dosis medias alrededor de los 100µg.
  • Las dosis altas son superiores a 150-200 µg.
No obstante, es muy difícil para los consumidores saber que dosis se están tomando, pues el mercado negro no provee dicha información. Es recomendable, pues, consumir inicialmente fracciones del tripi o micropunto y no su totalidad.

Se puede decir que es aproximadamente 100 veces más potente que otros psicodélicos como la psilocina y la psilocibina y 4.000 veces más potente que la mescalina.

Contraindicaciones

  • Está contraindicado su uso en niños, mujeres embarazadas y mujeres en periodo de lactancia.
  • Si se padece algún tipo de trastorno psicológico o se está pasando por una mala racha, ya que aumenta la posibilidad de un mal viaje.
  • Si se ha de conducir o manejar maquinaria peligrosa, o realizar actividades peligrosas.

Precauciones

  • La LSD no causa adicción ni dependencia física. El uso frecuente, en cambio, genera una rápida tolerancia, de modo que el consumo deja de producir efecto. La tolerancia disminuye tras unos días de abstinencia.
  • Consideraciones respecto al “Setting” o ambiente: debe de ser agradable, amigable y seguro.
  • Consideraciones respecto al “Set” o estado de ánimo: es muy importante que la persona no esté pasando por un mal momento personal, y que inicie la experiencia con una actitud positiva.
  • Menos mezclas con otras sustancias = menos riesgos y más placer.
  • No se considera delito el propio consumo, pero en España está sancionada la posesión en la vía pública.

Recomendaciones

  • Evita tomar los días en que te sientas nervioso, alterado, con cansancio mental o con problemas psicológicos (angustia, depresión). El inconsciente esta removido y puede jugar una mala pasada en forma de “mal viaje“. En el caso de tener un mal viaje, resulta de ayuda pensar que los efectos se pasan en cuestión de horas.
  • Evita tomar si uno tiene “obligaciones” y responsabilidades que cumplir en los días siguentes.
  • Antes de consumir el usuario debería sentirse cómodo: con gente de confianza, en un espacio agradable y seguro. Los espacios naturales (montañas, bosques, etc.) pueden resultar apropiados siempre y cuando la persona se sienta cómoda y segura.
Las dosis de un "tripi" pueden variar mucho. Tomar un cuarto (partir el cartón) o medio puede ser una medida prudente: si da buen rollo quedarse en esa cantidad.
No se recomienda realizar más de un viaje o "TRIP" a la semana.

Efectos secundarios

  • Durante la subida puede aparecer cierta ansiedad y/o confusión. Es importante mantenerse tranquilo ante estas sensaciones (suelen ser pasajeras).
  • En personas con cierta predisposición a trastornos psicológicos (p.ej. con antecedentes familiares) o si se han vivido experiencias traumáticas, aunque sea hace tiempo, el consumo de LSD puede hacer que se revivan de forma muy desagradable. Esto puede desencadenar episodios de psicosis y disociaciones.
  • Si se sufre un mal viaje, evitar rotundamente consumir más cantidad de la sustancia. Tener presente que cuando uno ha tenido un mal viaje las posibilidades de que se repita con un nuevo consumo son muy elevadas.
  • El consumo continuado, aunque no es muy frecuente, puede acarrear insomnio, depresión, angustia, ansiedad, etc.
  • Posteriormente al consumo: cansancio físico y psíquico, posible dificultad para conciliar el sueño.

Interacciones

En general es menos arriesgado ir sólo de tripi y no mezclarlo con otras drogas.
  • Las mezclas con alcohol suelen enturbiar la experiencia y convertirla en más incontrolable.
  • Con estimulantes (cocaínaspeed, etc.) disminuyen los efectos psicodélicos.
  • La mezcla con MDMA puede dar un toque más empatógeno al viaje de LSD o más brillante a la experiencia del MDMA, pero se deben de tener en cuenta las precauciones sobre el consumo de las dos sustancias por separado.
  • La combinación con otros psicodélicos supone mezclar sustancias de efectos muy intensos, por lo que, en caso de combinar, conviene extremar las recomendaciones usuales para el consumo de alucinógenos.

Intoxicación

La intoxicación por LSD no tiene consecuencias a nivel fisiológico, sino psicológico.

Si uno mezcla con otras sustancias, consume una dosis demasiado alta, está pasando por una mala racha o tiene una predisposición genética, puede producirse un “mal viaje“, caracterizado por un episodio de pánico, con alucinaciones terroríficas, agitación, desconfianza en las personas del entorno, temblores e hipertensión arterial. Es limitado en el tiempo aunque puede durar más de 24 horas. En casos de prolongación excesiva de estos efectos negativos, es recomendable consultar con un médico.

Pueden darse episodios depresivos, cuadros psicóticos, o conductas paranoides durante el consumo o pasados unos días después del mismo.
Manténgase fuera del alcance de los niños. Consulte a su médico o a personal especializado.

Para saber más


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