Cocaina

COCAÍNA

Su nombre científico es Benzoylmethylecgonine, aunque puede que la conozcas como cocaína, coca, farla, farlopa... Si lo consumes, o lo piensas consumir, esta información puede ser de tu interés.

Composición:

Clorhidrato de Cocaína en proporción variable.

Adulterantes:
Los adulterantes más frecuentemente utilizados son:
Estimulante de acción rápida, intensa y de corta duración. Los adulterantes más utilizados son otros estimulantes, analgésicos y anestésicos locales.

Propiedades

Estimulante de acción rápida, intensa y de corta duración: los efectos aparecen rápido y duran entre 30 y 45 minutos, si bien la estimulación puede alargarse durante más tiempo. Presenta, además, una acción anestésica local. Entre sus efectos principales destacan:
  • Euforia y exaltación del estado de ánimo.
  • Ausencia de fatiga, de sueño y de hambre.
  • Disminución de las inhibiciones, por lo que la persona suele percibirse como alguien sumamente competente y capaz.
  • Aceleración del ritmo cardíaco y aumento de la presión arterial.
  • La sensación de bienestar inicial suele ir seguida por una bajada caracterizada por cansancio, apatía e irritabilidad.

Presentación

Polvo blanco cristalino en papelinas o bolsitas, generalmente consumido por vía nasal.

Posología

La dosis varía en función de varios factores:
  • De cada persona: características físicas y psicológicas.
  • De de la pureza de la cocaína.
  • De la tolerancia que cada persona haya desarrollado con la sustancia.
Cuando se va a consumir por primera vez es recomendable empezar con una dosis suficientemente baja y, a partir de las reacciones obtenidas, ajustarla.
Efectos principales: euforia, ausencia de cansancio y hambre, aumento de la tasa cardiaca y sensación de bienestar.

Contraindicaciones

En algunos casos, el consumo de cocaína debe evitarse:
  • Mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.
  • Personas con enfermedades cardiovasculares (hipertensión arterial, cardiopatía isquémica, aneurismas arteriales, trastornos del ritmo, antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular grave...).
  • Problemas del hígado y/o del riñón.
  • Cuando se va a conducir vehículos o manejar maquinaria peligrosa.
  • Cuando se tienen problemas psicológicos (ansiedad, trastorno bipolar, depresión, psicosis ó esquizofrenia) o se está atravesando un mal momento.
  • Si se padece glaucoma.
  • Si se está recibiendo cualquier tipo de medicación, espacialmente con IMAOs (inhibidores de la monoamino oxidasa, como p.ej. Nardil, Parnate, Marplan, Manerix y Deprenyl).
  • Si se tiene hipertiroidismo, Epilepsia, Síndrome de Tourett u otro trastorno compulsivo.
  • Si se está en fase de crecimiento la cocaína puede acarrear mayores riesgos que en personas de más edad.

Precauciones

A la hora de consumir cocaína debes tener presente los siguientes aspectos relacionados con su consumo:
  • Los efectos adversos de la cocaína se incrementan rápidamente en función de dosis elevadas o repetidas.
  • La repetición frecuente en el mismo día incrementa la ansiedad, las taquicardias y la presión arterial, y puede provocar intoxicación aguda sin que se aumenten los efectos deseados.
  • La repetición en días cercanos aumenta el riesgo de dependencia psicológica, caracterizada por deseos intensos de consumo, estados emocionales negativos asociados a la abstinencia y desestructuración de la vida familiar, laboral y social.
  • No compartas el rulo: compartir rulos o tubitos para esnifarla puede provocar el contagio de múltiples enfermedades (debido al intercambio de mucosidades o aparición de pequeñas heridas en las fosas nasales), como la hepatitis C.
  • Pulverizar bien la cocaína (machacando bien los cristalitos o piedrecitas antes de esnifar) reduce la aparición de hemorragias y ulceraciones en las mucosas de la nariz.
  • La estancia en lugares calurosos potencia los efectos negativos de tipo neurotóxico.
  • El ejercicio físico bajo los efectos de la cocaína puede provocar infartos o graves lesiones cardíacas.
  • Su posesión o consumo en lugares públicos está penado por la ley.

Efectos secundarios

El consumo de cocaína puede provocar fatiga, irritabilidad, pérdida del apetito, dolor abdominal y muscular, náuseas ó vómitos, reducción de la libido e irregularidades en la Menstruación. Además conviene tener en cuenta que el consumo repetido a largo plazo puede derivar en algunas de las siguientes consecuencias:
  • Puede producir complicaciones psiquiátricas: crisis de ansiedad, disminución de la memoria y de la capacidad de concentración.
  • En ocasiones puede aparecer la llamada “psicosis cocaínica” consistente en ideas paranoides que llevan a la persona a un estado de confusión, pudiendo producir verdaderas crisis de pánico, cuadros alucinatorios, etc.
  • Trastornos nutricionales (bulimia y anorexia nerviosa).
  • Alteraciones neurológicas (cefaleas o accidentes cerebro-vasculares como el infarto cerebral).
  • Cardiopatías (arritmias) y problemas respiratorios (disnea o dificultad para respirar).
  • Importantes secuelas sobre el feto durante el embarazo (aumento de la mortalidad perinatal, aborto y alteraciones nerviosas en el recién nacido).
  • Los datos respecto a la dependencia física y la tolerancia de la cocaína no son concluyentes. Sin embargo, sí se puede afirmar que el grado de dependencia psicológica es uno de los más elevados entre las diferentes sustancias psicoactivas.
El consumo repetido y prolongado de cocaína puede derivar en diversas complicaciones físicas (cardiopatías, infarto cerebral…) y psicológicas (crisis de ansiedad, psicosis tóxica…).

Interacciones

Debidos a los efectos que se pueden obtener, conviene tener presentes las siguientes interacciones entre cocaína y otras sustancias:
  • Su uso conjunto con otros estimulantes como anfetaminas (speed) o MDMA (éxtasisaumenta los efectos estimulantes de ambas sustancias por separado. A su vez, aumentarían las probabilidades de aparición de ansiedad y aumento de la presión arterial y el ritmo cardíaco (lo que puede producir infartos cerebrales y cardíacos).
  • Su uso con depresores como el alcohol, produce una disminución mutua de los efectos de ambos, lo cual puede empujar al consumo repetido de ambas sustancias, aumentando importantemente los riesgos, tanto de daños físicos en el hígado y los riñones, como de dependencia de ambas sustancias. Además, la mezcla de cocaína con alcohol crea un metabolito llamado "cocaetileno" con potencial para producir daños hepáticos.
  • Su uso con ambos (depresores y estimulantes) produce deshidratación y un importante aumento de la temperatura corporal, facilitando una peligrosa reacción orgánica denominada “golpe de calor” que puede provocar la muerte.

Intoxicación

La gravedad de la intoxicación depende de la cantidad consumida y de las características físicas y psicológicas de quien la consume. La dosis letal es, en general, de 1,4 gramos para una persona de 70kg, cuando se emplea de forma inhalada, y 700mg al utilizarse de forma intravenosa, pero en personas con problemas de hígado, riñón o corazón se pueden producir reacciones con riesgo de muerte con dosis mucho menores. En general, los síntomas de sobredosificación suponen un aumento de los síntomas físicos y psicológicos ya citados, produciéndose una intensa ansiedad, ideas paranoides de persecución, agresividad, aumento de la temperatura, taquicardias y arritmias, y elevación de la presión arterial que puede provocar infartos cerebrales y cardíacos. Estos síntomas requieren atención médica para su valoración y, en general, remiten tras unas horas de abstinencia en un entorno tranquilo, fresco y seguro, con o sin administración de tranquilizantes.

Manténgase fuera del alcance de los niños. Consulte a su médico o a personal especializado.

Para más información:

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