Dieta Psicoactiva

DIETA PSICOACTIVA

La nutrición es una parte fundamental para reducir riesgos y mitigar daños asociados al uso de Sustancias Psicoactivas (SPA), por esa razón queremos ofrecerles una corta orientación sobre la alimentación antes durante y después del consumo. Siga las recomendaciones, comente, háganos saber cuál es su dieta y compártala con sus amistades.   
El uso de sustancias psicoactivas legales e ilegales se relaciona nocivamente a corto y largo plazo con enfermedades respiratorias, neurológicas, hepáticas, gastrointestinales, psiquiátricas, cardiovasculares, entre otras. Ha sido demostrado que el consumo desmedido de alcohol aumenta la probabilidad de una cirrosis hepática, gastritis, diabetes, deficiencias nutricionales y un deterioro cognitivo; con la heroína, aparte de compartir agujas como medio de transmisión de VIH y hepatitis C, incrementa el riesgo de bronquitis y tuberculosis; el consumo de cannabis induce la aparición de infecciones pulmonares y de garganta, así como fumar sin filtro conlleva bronquitis y cáncer de pulmón; la cocaína provoca pérdida de apetito, crisis de ansiedad y aumento de los casos de bulimia y anorexia; el daño renal es ocasionado por el consumo habitual de ketamina. El crack disminuye el apetito e induce la desnutrición. Así pues, el uso contínuo de sustancias psicoactivas, con prácticas riesgosas y abusivas, genera arritmias cardíacas, anorexia, depresión, infartos e hipertensión, entre las patologías prevalentes.
Las sobredosis y muertes causadas por el deterioro de coordinación, concentración y reflejos son denominados efectos a corto plazo, como se evidencia al conducir bajo los estados del alcohol u otras sustancias psicoactivas. Respecto a intoxicaciones, si es por LSD ocurre un episodio de pánico, desconfianza y alucinaciones. Con cannabis gran porcentaje de personas usuarias muestran un aumento de apetito tras su consumo, sin embargo en muchos casos la calidad nutricional de los alimentos ingeridos es baja; el éxtasis y MDMA ocasionan según el ambiente donde se consuman hipertermia o hipotermia, mientras que el consumo habitual de ketamina altera la memoria, concentración y deteriora las habilidades motrices.
El policonsumo es una práctica recurrente y muchas veces las personas usuarias no evalúan que acarrea un incremento del riesgo y las consecuencias negativas. Sea cual sea la sustancia que consuma simultáneamente con otra(s) aumentará la toxicidad, ansiedad y ritmo cardiaco; puede producir estados profundos de sedación, pérdida de conciencia, deshidratación y una crecida violenta de temperatura corporal, facilitando la delicada reacción orgánica llamada “golpe de calor” que puede inducir muerte; es recomendable consumir alcohol u otros psicoactivos de manera separada, evitando reacciones adversas para su estado de salud actual y a futuro.

En la mayoría de los casos de personas usuarias de marihuana incrementa el hambre, pero a la vez lo que se consume no tiene los nutrientes necesarios si el apetito se satisface con “comida chatarra”, generando deficiencias nutricionales, cuya relevancia manifiesta es el déficit de Zinc y las taquicardias. Para evitar estos síntomas debemos consumir más avena, hígado, semillas de calabaza, espinaca, lechuga, pescados, huevos y lácteos, ya que tales alimentos mejoran nuestro sistema inmunológico. A veces puede sentirse débil y asustado, con tensión baja, náuseas o malestar y sudor frío; para superar esto, siéntese en un lugar tranquilo, no fume, acuda a cítricos o tome algo dulce (ej. chocolate, bocadillo, caramelo). Ya sea antes, durante o después del “porro” si hay apetito debe comer (no hay alimentos restringidos).

Durante el viaje se siente ansiedad y confusión (son pasajeras), aunque algunas personas usuarias manifiestan sensaciones de euforia. Si mezcla con otras sustancias o consume una dosis demasiado alta, se presenta un episodio de pánico con agitación, paranoia, alucinaciones y temblores. Es recomendable que antes del consumo ingiera una comida ligera (no fritos ni dulces). Por más viajado que esté manténgase tranquilo, busque un lugar para relajarse. A largo plazo se pueden presentar arritmias, para evitar su aparición es favorable consumir jugos, verduras (sobre todo apio), frutos secos, cereales y legumbres (lentejas, garbanzos, soja); obviar bebidas alcohólicas, café, té y energizantes. Hidrátese durante y después del trip.

Las personas que la consumen tienden a perder peso, deshidratarse y pueden presentar sangrado nasal por inhalación excesiva. Un efecto crónico es destrucción del tabique nasal, debido a necrosis generada por efectos vasoconstrictores (disminución del volumen de los vasos sanguíneos) e insuficiencia renal aguda causada por deterioro del correcto funcionamiento de los riñones. Para bajar la temperatura corporal manténgase hidratado con té, zumos y jugos de fruta natural; disminuya la probabilidad de sufrir hipertensión y/o arritmias aumentando el consumo de cereales, verduras como lechuga, espinaca, pepino y zanahorias, frutas (naranja, limón y otros cítricos).

La disminución de la temperatura corporal es un síntoma importante y se puede mitigar con bebidas calientes tales como caldo de pollo y/o infusiones de jengibre y canela. El consumo crónico se caracteriza por estreñimiento, para lo cual deben ingerirse comidas con alto aporte de fibra (habichuelas, brócoli, manzanas, alcachofas, banano, cereales integrales y frutos secos); las enfermedades respiratorias son resultado de efectos depresores, hábitos higiénicos y estilo de vida de la persona usuaria; para protegerse es conveniente consumir alimentos fuente de Vitamina C como guayaba, kiwi, piña, ajo, cítricos, fresas, miel y yogurt.

Afecta la regulación de la temperatura corporal induciendo hipotermias (se recomienda consumir bebidas que aporten calor como caldo de pollo y/o infusiones de jengibre y canela) o hipertermias. Para disminuir la deshidratación se deben beber pequeñas cantidades de agua, zumos o bebidas isotónicas (con gran capacidad de rehidratación); para las crisis de ansiedad ubicarse en un lugar tranquilo, hidratarse (si sólo se toma agua acompañarla con algún tipo de alimento salado tipo maní); comer plátanos o beber leche tiene un efecto ansiolítico (alivia o suprime la ansiedad). Hacia la prevención de efectos a largo plazo es propicio aumentar las defensas, consumiendo alimentos fuente de Vitamina C, A y E (guayaba, kiwi, fresas, tomate, vegetales de hoja verde, hígado, huevos, lácteos), así como cereales (pan, arroz y pastas alimenticias).

La ansiedad, el frío o calor, náuseas e inquietud pasajera son síntomas de la experiencia con esta sustancia, combinar su consumo con cannabis incrementa efectos del 2CB y hasta los prolonga un poco. Cuando se tiene un mal viaje debe mantenerse la calma, buscar un lugar tranquilo y aireado. Los bananos y la leche disminuyen la ansiedad, mientras que en episodios de hipotermia han de consumirse bebidas calientes (caldo de pollo e infusión de jengibre y/o canela). Igualmente, se da un aumento de temperatura corporal por lo cual se debe tomar agua, jugos y/o bebidas isotónicas para rehidratarse.

Debido a que los efectos desaparecen rápidamente, su consumo en lapsos de tiempo muy cortos se vuelve recurrente, inicia con euforia y aumento de socialización, acabando con una sensación de agotamiento. Recomendable mantenerse hidratado durante y después, bebiendo agua y/o jugos. Puede presentar aumento de la frecuencia cardíaca e hipotensión, por tanto resulta favorable para una disminución del riesgo de tal padecimiento consumir levadura de cerveza, remolacha, sésamo, germinados y acelgas.

El abuso conlleva a conductas de riesgo puesto que induce una falsa sensación de seguridad, mientras que a largo plazo se puede sufrir de gastritis, taquicardia y cirrosis hepática. Es recomendable no combinar con tónica, energizantes o gaseosas ya que acelera la absorción del alcohol. Si se quiere retardar el efecto, tomar agua con hielo y jugo de limón o naranja, evite también el consumo simultáneo de alimentos grasos. Al combinar alcohol con tranquilizantes, analgésicos y cannabis aumenta su efecto sedante. Además, ya que esta sustancia psicoactiva provoca un déficit significativo de Vitamina B6, tiamina y acido fólico, se aconseja elevar el consumo de pescado, productos lácteos, frutos secos (almendras, nueces, maní), jugos de frutas y cereales. Antes de acostarse, después de la fiesta, tome un par de vasos de agua para reducir los efectos de la deshidratación.

Cuando disminuye el apetito genera una pérdida de peso que abre paso a la desnutrición. Varias personas usuarias mantienen despiertas durante muchos días, provocando deshidratación y desequilibrio fisiológico, para lo cual es conveniente hidratarse siempre. Al consumirse, también es recomendable ingerir bananos y leche para disminuir la ansiedad; recuperarse de las complicaciones médicas implica aumentar el consumo de alimentos fuentes de vitamina A, C, complejo B y Zinc (guayaba, melón, mango, hígado, semillas de calabaza, carnes, frutos secos, huevos y productos lácteos). Aun así, hay que intentar mantener una dieta equilibrada, con alto consumo de calcio, ya que algunas personas usuarias son propensas a sufrir de pérdida de piezas dentales.

Los efectos están altamente relacionados con el tamaño de las dosis, por lo que se puede pasar de euforia a sueño profundo, también provocar mareos, convulsiones, pérdida temporal de la conciencia y vómitos, estos últimos con riesgo de broncoaspiración. Los alimentos recomendados deben ser suaves como galletas, tostadas, caldo de pollo, papa, arroz y frutas que contengan mucha agua (naranja, mandarina, sandía, entre otras). Con dosis altas se puede presentar amnesia y diarrea (consumir agua, cereales, té o café sin azúcar; evitar los lácteos, dulces, grasas y gaseosas). En algunos casos, el día siguiente tras consumir se sufre un aturdimiento leve, mareos y dolores de cabeza.

Sus efectos son similares a los del alcohol, aunque por añadidura se presenta sudoración excesiva. Como sugerencia, mantener una hidratación con bajas cantidades de agua y/o zumos. En caso de vómitos y/o ansiedad recomendamos mantener la calma, evitar estímulos fuertes e ingerir plátanos y leche. Para paros cardíacos y deterioro renal hay que incrementar en la dieta el consumo de agua, verduras, legumbres, frutos secos y cereales. Al día siguiente se puede sentir cansado, aturdido y con dolores de cabeza, síntomas cuya disminución relaciona con consumir avena, carne, pescado, nueces, pastas, leche, chocolate, lentejas y banano. Contraindicada para hipertensos y/o personas que consuman medicamentos vinculados a la tiroides.

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